lunes, abril 11

Una opción política, desde Valparaíso

Acerca de una opción política
Valparaíso, abril de 2005

La participación y las opciones en política se suponen animadas por valores superiores traducidos en proyectos concretos, por lo mismo las coaliciones de partidos, los partidos y las sensibilidades al interior de los partidos, cobran y pierden validez en tanto ocupan un “espacio político”, es decir toman posición ante contradicciones presentes en un determinado contexto. Del mismo modo tanto o más importantes que los fines o proyectos es la forma en que estos se construyen, es decir las formas de hacer política de ningún modo son indiferentes, en más de una ocasión las formas determinan el fondo y le entregan o le restan validez a un discurso.

Es nuestra convicción que el actual esquema tendencial al interior de nuestro partido está agotado como expresión de diferencias políticas de fondo, esto es de suyo evidente, basta revisar los pronunciamientos políticos de nuestros actores partidarios más relevantes y veremos que ante variados temas, las opiniones cruzan tendencias y antiguas categorías de “derecha e izquierda partidaria”, por lo tanto lo que sobrevive como realidad tendencial es solo un agrupamientos en torno a opciones de poder interno y su expresión en el llamado poder real (posiciones de gobierno, representación parlamentaria o municipal etc.).
Esta crisis quedó en absoluta evidencia en el 27 congreso Ordinario de enero pasado, en el cual las dos opciones o perfiles de liderazgo en disputa, recibieron hasta último momento apoyos transversales a las tendencias, es decir el desenlace no se produjo por definiciones entre los sectores, sino que al interior de cada sector o tendencia, las cuales enfrentaron debates muy tensos que los tuvieron al borde del quiebre (megatendencia , tercerismo) o derechamente se quebraron (Nueva izquierda, Moya, Colectivo).
A partir de ello resulta inevitable que quienes coincidieron en reflexiones políticas acerca de estilos de gobierno partidario inicien un proceso creciente de dialogo, coordinación y acercamientos tendientes a superar el actual esquema tendencial. Esto es sin duda más fluido entre quienes se alinearon tras la lista derrotada, esto porque su conducta estuvo sustentada en coincidencias de orden político, en donde el factor del “poder por el poder” no fue el elemento ordenador, toda vez que en las instancias finales de la negociación representaban una opción claramente minoritaria, con todo lo que aquello trae como consecuencias.
No sucede lo mismo en torno a quienes concurrieron a la lista de mayoría, pues representan sectores difícilmente homologables en sus discursos y prácticas, incluso nos asiste la convicción de que un segmento importante de compañeros que por distintas circunstancias se sumaron a la fórmula que resulto ganadora, estarán en definitiva abiertos a confluir en un proceso de reflexión común, en orden a construir propuestas políticas de fondo.






Quienes suscribimos estas líneas, hemos sido durante años conocidos partícipes de una tendencia (Nueva izquierda), la cual se constituyó al calor de la contradicción entre una renovación que corría precipitadamente hacía posiciones liberales y convenía una transición demasiado tímida y desmovilizadora versus una izquierda ortodoxa que desarrollaba un discurso internista y nostálgico. Durante un importante lapso de tiempo nuestra tendencia contó entre sus filas con una serie de compañeros destacados, que teniendo orígenes partidarios diversos lograban una síntesis política que pretendía ser “el ancla” del P.S en posiciones de izquierda moderna y con visión de futuro. Esto nos permitió en momentos trascendentes ser una clara mayoría en la vida interna partidaria. Sin embargo tenemos la convicción de que este espacio político interno ha llegado a un estado de evidente y progresivo deterioro, el cual se expresa en la partida gradual de compañeros que le daban calidad y riqueza al debate político al interior de la N.I, esto redundó en hipotecar nuestra capacidad de generar propuestas claras y distintiva hacia la militancia, agotándonos en el tareismo electoral interno en función del “reparto del animal” y en prácticas de verticalismo asociados a liderazgos “únicos e irremplazables”.

En virtud de todos estos elementos nos declaramos en esta coyuntura libres de ataduras tendenciales y por lo tanto abiertos a participar en la construcción de un nuevo socialismo que armonice lo mejor de nuestra historia y tradiciones partidarias, con los desafíos de hacer política en una sociedad en cambio constante y vertiginoso, en el marco de una estructura orgánica moderna, que supere prácticas que nos retardan en la tarea de ser un referente que convoque con fuerza a todo ese caudal progresista que se expresa en la sociedad chilena y que no se siente representado por nuestra orgánica .
Seguiremos como hasta ahora desarrollando nuestras tareas militantes, desde una posición de horizontalidad, de transparencia y de trabajo partidario que permita levantar una alternativa regional que recoja los esfuerzos antes reseñados, todo ello en un escenario tan desafiante como el que nos ha puesto la ciudadanía al proyectar en la compañera Michele Bachellet tantas expectativas.-


Jorge Burgos O.
Presidente comunal Viña del Mar

Mario Mandiola V.
Miembro Comité Central

Eduardo Muñoz I.
Miembro Comité Central

Alejandro Villa V.
Miembro Dirección Regional

Claudio Opazo M.
Miembro Dirección Comunal Valparaíso.