miércoles, agosto 24

Entrevista a Gonzalo Martner, Diario Siete


“Nunca he querido ser parlamentario”

Lucy Dávila
Diario 7 lunes 22 de agosto 2005


El expresidente del PS, Gonzalo Martner, está bien alejado del protagonismo político que antes tuvo, aunque mantiene una oferta a ser candidato a senador que nadie le ha ratificado. Desde su crítica y ácida óptica, Martner aspira a una federación PS-PPD, y en lo inmediato, un cierre sin traumas del pacto electoral.

¿Qué sucedió finalmente con su candidatura senatorial?
Hay una negociación que ha resultado muy difícil entre socialistas y pepedés por disputas que implican posiciones elegibles claras. Desde el momento en que Carlos Montes declinó su opción en Santiago Oriente –por razones que yo no compartí- dije que no era posible que no hubiera nadie dispuesto a la tarea política de acompañar a Soledad Alvear, entendiendo que ella tiene un caudal de apoyo muy grande. No me pareció que el secretario general del partido declarara incluso que el PS no iba a llevar a nadie. Si no hay nadie más, yo estoy disponible.

¿Y la mesa del PS no ha aceptado?
Porqué la dirección del partido no ha tomado esto como para validarlo formalmente, hay que preguntárselo a ellos.

¿Viera-Gallo podría postular por Santiago Oriente?
Conversé con él y me dijo que no tenía en absoluto esa intención y que no le parecía una buena idea. Le dije que a mí me parecía una gran idea. Mi disposición ha sido representar el mundo progresista y de izquierda en un millón 600 mil electores, el 20% del electorado nacional. Alguien tiene que hacerlo. En eso quedamos y vamos a seguir conversando.

-¿No quiere ser parlamentario?
No tengo un diseño ni la voluntad de ser parlamentario. No lo he querido nunca, pero me pareció que había un deber de responsabilidad política en esto y el que no hubiera ningún socialista para acompañar a Soledad me pareció el colmo. Por eso me ofrecí. Por lo tanto, me desofrezco de inmediato si es que hay otra persona que esté dispuesta con seriedad a tomar esta decisión.

¿Qué opina del episodio Navarro-Viera-Gallo?
Le dije en su momento a Alejandro Navarro que no veía por qué siendo él una figura respetable, joven, honesta, muy entregada a causas de los socialistas, la proyección de ese trabajo tenía que traducirse en sacar de la pista a Viera-Gallo, que es un senador talentoso, con el cual muchas veces he disentido en política. Lo que tenemos que hacer es respetarnos y no acuchillarnos. Se ha hablado de sangre azul y de otras cosas odiosas. No es así. Viera-Gallo es un gran representante popular elegido con muchos votos. Había opciones senatoriales para Navarro en otra parte o por último mantenerse en la Cámara. No porque una encuesta no es muy favorable, se renuncia o se acuchilla por la espalda. No creo en esos métodos. Esa es la política antigua.

¿Porqué el PS no ha capitalizado el éxito de lagos y de Bachelet?
Porque lo antiguo no termina de fenecer y lo nuevo no termina de emerger. Lo nuevo ha sido Lagos y ciertamente Bachelet; y el PS, desgraciadamente, más allá de los esfuerzos, no logra salir de un esquema anquilosado de conflicto y lucha de corrientes. Hay quienes entienden la política como una ocupación de espacios de poder para sus cercanos y eso le hace daño al PS. La aspiración es que cuando termine el gobierno de Michelle tengamos una fuerza progresista, bajo una forma federativa.

¿Aglutinar al PS-PPD-PR?
Hay dos partidos que sucesivamente han tenido dos candidatos presidenciales comunes: Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, que desde 1989 han tenido candidatos a parlamentarios comunes; que mantienen en común un ideario progresista. Los dirigentes políticos debiéramos dar cuenta de esa realidad y buscar una estrecha coordinación. Y porqué no en una federación entre los partidos.

¿No se debió trabajar en esto en vista del gobierno de Bachelet?
La línea de coordinación entre el PS, PPD y PRSD en el contexto de la Concertación es crucial y fundamental. Nunca terminan de sorprenderme las pasiones que desatan los asuntos parlamentarios, pero francamente no son lo principal. Lo es proveer apoyo político sólido y contundente, que se exprese a su vez en una sólida mayoría parlamentaria para Michelle Bachelet.

¿Entonces le gusta la línea de Lagos de un partido que aglutine al PPD, PS y PR?
Hubiera sido mejor que él hubiera tenido una postura proactiva mucho antes.

viernes, agosto 19

Los díscolos y el buen Senado, por Jorge Arrate

El Mostrador, 12 de Agosto del 2005
Dos nuevos conceptos circulan en el lenguaje político corriente: los “díscolos” y el “buen Senado”. Ambos son, una vez más, la expresión de un sentido común de derecha y demuestran el predominio que las posturas conservadoras sustentan en los medios de comunicación y, desgraciadamente, más allá de ellos. Porque ambos conceptos, a juzgar por las informaciones de prensa, parecieran haber infiltrado también la forma de pensar de sectores concertacionistas. Por fortuna, Michelle Bachelet, en una intervención que ha sido poco publicitada, rechazó de modo terminante el concepto de “díscolos”. Para mí no hay díscolos, dijo. Ni políticos, ni estudiantes, ni periodistas. Es que la expresión sugiere claramente un orden, una disciplina, una uniformidad que sólo pueden satisfacer a la derecha. El término encubre un sentimiento poco democrático, sin respeto por las diferencias, censurador, antilibertario. La idea de los “díscolos” está asociada estrechamente con el concepto del “buen Senado”. La prensa ha dicho que algunos concertacionistas de espíritu protector y responsable han asumido por su propia decisión la tarea de cuidar que el próximo gobierno, el de Bachelet, no deje de tener el “buen Senado” que han tenido los tres primeros gobiernos de la Concertación. Se trata de los cuidados del sacristán: laboriosas manipulaciones de prudentes inteligencias que viven la ensoñación del “no conflicto”, de la sociedad reencontrada en la falta de dinamismo social, en sus desigualdades, en su hipocresía. Por ese camino aquellos sabios lograrán finalmente despojar a la Concertación del alma que la constituyó, que fue díscola, irreverente, anti-autoritaria. En todo caso, la idea del “buen Senado” incita la memoria. Tengo recuerdos del “buen Senado”. Quince años de senadores designados. Al comienzo eran todos de derecha, una herencia dejada por Pinochet. Luego se agregaron los vitalicios. ¿Quién? El propio Pinochet. ¿Recuerdan cuando se sentó por primera vez en la sala del Senado y los senadores socialistas, PPD y radicales levantaron carteles con los rostros de desaparecidos? ¿Recuerdan las expresiones de quien presidía el “buen Senado” cuando logró que depusieran su actitud? ¿Recuerdan cómo Pinochet, cuando se suprimía el 11 de septiembre como feriado, se subió por su cuenta a la testera y se sentó en el centro del “buen Senado”? Yo recuerdo que el “buen Senado” estaba plagado de ex comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas que, tarde o temprano, terminaban siendo todos de la UDI. Recuerdo que uno de ellos, luego electo democráticamente, aceptó ser candidato de la UDI al “buen Senado”, cuando aún ejercía su función. También mi memoria registra la llegada al “buen Senado” de un hombre tan rico que dejó una huella imborrable en Valdivia: son muchos los pobres que recuerdan que pagaba las cuentas de agua y luz de manzanas enteras. Hay diversos caminos para llegar al “buen Senado”... Si bien la mayoría de los senadores son políticos que han sido electos democráticamente ---aunque en un sistema electoral binominal, que no es democrático--- hay otros que fueron simplemente designados, que nunca fueron electos o que operaron con la potencia del dinero para llegar allí. El Senado ha sido durante quince años el lugar donde han muerto muchas de las aspiraciones programáticas de la Concertación. Allí, en el “buen Senado”, se han debido negociar cuestiones claves que la Concertación hubiera querido realizar pero que no pudo. Recuerdo las reformas laborales, recuerdo el rechazo por un voto de la idea de legislar (!!!) en el “buen Senado”. ¿En el acoplamiento entre el “buen Senado” y el Tribunal Constitucional cuántas iniciativas concertacionistas naufragaron? Ahora, con las nuevas reformas, desaparecerán los designados y los vitalicios. Lamentablemente esto ocurre cuando la Concertación lograba a través de ellos una mayoría importante en el Senado. Pero, ya no sirven a la derecha y para que el “buen Senado” no se convierta en “mal Senado” la derecha ha pasado a ser adalid de su supresión. Sin embargo, el sistema binominal no debe ser tocado. La izquierda fuera de la Concertación no ha tenido en quince años ni siquiera uno de los cuarenta y ocho senadores, consagrando un fenómeno de exclusión inaceptable. ¿Será un órgano que se elige por un sistema antidemocrático y que consagra exclusiones ciudadanas tan severas, un “buen Senado”? Buen Senado, para la derecha. De eso se trata, muy a pesar de muchos de sus integrantes de espíritu democrático. Entonces, no aceptemos que nos cuenten historias. El Senado ha sido, como institución, el centro del poder de veto de la derecha y el pinochetismo, durante quince años. Llamar a eso el “buen Senado” es más que un chiste, es una burla.

martes, agosto 16

Una nueva Constitución, por Gonzalo Martner




El Congreso Pleno ha consagrado un conjunto de reformas a la constitución de 1980. Ya no llevará la firma del dictador.
Se termina con la inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y director de Carabineros. El Presidente de la República podrá llamarlos a retiro mediante decreto fundado e informado previamente al Senado. El Consejo de Seguridad Nacional cambia su composición y reduce sus atribuciones. Será un órgano asesor del Presidente y estará integrado por los presidentes del Senado, de la Cámara, de la Corte Suprema, los comandantes en jefe, el director de Carabineros y el contralor general de la República.

Se reduce el período presidencial de 6 a 4 años. Para ser Presidente de la República se rebaja la edad de 40 a 35 años. Se eliminan los senadores designados y vitalicios y se establece que el Senado estará compuesto por 38 miembros (actualmente es de 48). La edad para ser elegido senador disminuye de 40 a 35 años. Las vacantes de diputados y de senadores se proveerán con el ciudadano que señale el partido político al que pertenecía el parlamentario que produjo la vacante.

Se otorga rango constitucional a las comisiones investigadoras y podrán constituirse a petición de, a lo menos, dos quintos de los diputados en ejercicio. Los ministros, funcionarios de la administración y personal de empresas del Estado o donde éste tenga participación mayoritaria estarán obligados a comparecer y proporcionar antecedentes. Se obliga a los ministros de Estado a concurrir personalmente a las sesiones especiales a que sean convocados por la Cámara de Diputados o el Senado. Se permite renunciar a sus cargos a los diputados y senadores cuando una enfermedad grave les impida desempeñarse y así lo califique el Tribunal Constitucional. El Tribunal Constitucional estará integrado por 10 miembros, de los cuales 3 serán elegidos por el Presidente, 4 por el Congreso y 3 por la Corte Suprema. Durarán nueve años en el cargo. Se establece que el Estado promoverá la solidaridad territorial y la creación, supresión y denominación de regiones, provincias y comunas, así como la modificación de sus límites y fijación de capitales será materia de ley.

Se facilita la adquisición de nacionalidad para los hijos de chilenos nacidos en el exterior.

La aprobación de todas estas materias son avances sustanciales. Pero no constituyen un cierre de la controversia constitucional ni le otorgan la legitimidad suficiente a un instrumento que debiera ser respetado y valorado por todos. No es el caso de la actual constitución.

En particular, su sello sigue siendo conservador en una cuestión esencial (y no podría ser de otro modo, dada la composición ilegítima del actual senado): el enunciado de los derechos que la constitución debe cautelar. No se modifica la orientación liberal, y enfocada en la cautela casi exclusiva de la propiedad privada, de los derechos fundamentales descritos en el artículo 19, ni se moderniza de acuerdo a la doctrina contemporánea el enunciado de los derechos civiles y políticos, de exigencia inmediata por los ciudadanos, ni de los derechos sociales, económicos, ambientales y culturales, de exigibilidad progresiva. No es de extrañar que la definición del Estado chileno como un Estado Democrático y Social de Derecho, promovida en su momento por Enrique Silva Cimma, fuera rechazada, como lo fueron la iniciativa popular de ley, el reconocimiento de los pueblos originarios, el derecho a voto de los chilenos en el exterior, la creación del defensor ciudadano y tantas otras definiciones constitucionales progresistas.

Por supuesto, la guinda de la torta está en la tan chilena manera de maquillar las cosas sin resolver nada como el traslado del sistema binominal de la constitución a la ley orgánica, pero ...subiendo el quórum como si fuera constitucional. Se requerirá para terminar con este sistema de 23 de los 38 votos del senado, es decir tres quintos, en vez de los ya ilegítimos 22 votos, es decir cuatro séptimos, establecidos para las leyes orgánicas constitucionales desde 1989, y no de 20 votos (para la Cámara de Diputados los requisitos son proporcionalmente los mismos). En cualquier democracia normal, estos temas se resuelven con la mitad más uno de los parlamentarios en ejercicio, como quórum más exigente (siendo el menos exigente el de la mayoría simple de los presentes en la sala). Por lo demás, no otra cosa señalaba la constitución de 1980 original: en la negociación de 1989 se cometió un inmenso error al aceptarse subirlo a 4/7 de cada cámara en el caso de las leyes orgánicas.

La exigencia progresista de una nueva Constitución democrática se mantiene entonces inalterable, para conformar un nuevo Estado Democrático y Social de derecho y de libertades, de promoción de los derechos humanos y de lucha contra las discriminaciones de género, étnicas y de orientación sexual, de participación amplia en la formación de la ley, abriendo una nueva etapa descentralizadora y terminando con el sistema binominal para abrir curso de una vez al respeto del principio elemental de la democracia: el de que las mayorías mandan (y no las minorías como es el caso de Chile, sin cuyo concurso ninguna ley importante es aprobada, conculcando radicalmente a la democracia), respetando el derecho de las minorías a transformarse en mayoría a través de elecciones periódicas si convencen a los ciudadanos.

El camino a seguir podría ser la nominación por el próximo gobierno de una Comisión Constitucional amplia y pluralista, que redacte un nuevo texto más simple, más comprensible para el ciudadano común, claro en el enunciado de deberes y derechos y en las normas de funcionamiento de nuestras instituciones, en un marco de amplia legitimidad a través de la recolección de las más diversas opiniones ciudadanas y la posterior aprobación por el Congreso Nacional.

Existe hoy en Chile una suerte de consenso pasivo que ha permitido a nuestra democracia funcionar y progresar, pero que ha tenido como contrapartida un creciente desprestigio de la política, de los partidos, de los parlamentarios. En Chile este fenómeno tiene su origen básico en la falta de legitimidad de su proceso constituyente, primero en un contexto de dictadura y luego de una década y media de debates en un Congreso que no pudo darle a este proceso la proyección democratizadora necesaria.

Llegó el momento de dar por terminada la transición no para consagrar una institucionalidad endeble e imperfecta, sino para abordar con renovada energía democrática la tarea de dotar a Chile de una nueva Constitución que a todos nos represente.

miércoles, agosto 10

El PS necesita reformarse, entrevista a Jorge Arrate


El Mostrador, 10 de Agosto del 2005
Jorge Arrate hace feroz autocrítica: 'El PS necesita reformarse porque carece de política de inserción ciudadana', por Susana Jaramillo
Un descarnado análisis de la situación interna de la colectividad hizo el ex ministro y embajador. Básicamente, debido a lo que pasó en el último Comité Central, en que por votación secreta, la dirigencia socialista apoyó al diputado tercerista Alejandro Navarro para que postule como candidato a senador por la Octava Región Costa en diciembre próximo. Dedicado a escribir columnas políticas en dos medios de comunicación -Rocinante y El Mostrador.cl- y a sus labores en el directorio de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (Arcis) se encuentra por estos días Jorge Arrate. Este militante socialista, quien desde 1990 a 1992 fue presidente del PS y luego se encargó de los ministerios de Educación y del Trabajo durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, respectivamente, hace un análisis crítico de lo que está pasando en su colectividad, a partir de lo que ocurrió fundamentalmente en el último Comité Central con la bullada votación entre el diputado Alejandro Navarro y el senador José Antonio Viera-Gallo. Además, Arrate, quien pertenece a una nueva tendencia en el conglomerado, denominada Nuevo Socialismo, que encabeza el ex presidente, Gonzalo Martner, resalta el liderazgo de la candidata Michelle Bachelet y la necesidad de que el PS se ponga en “sintonía” con ello para lograr un crecimiento sustentable en el tiempo. -A raíz del último Comité Central se inició un fuerte debate respecto al reagrupamiento de tendencias.
-¿Hubo un hecho natural o programado para generar este realineamiento de corrientes durante esa jornada?
-Yo creo que los problemas en el Partido Socialista tienen dos orígenes: El primero guarda relación con la falta de normas claras sobre cómo se designan a los candidatos, y eso es responsabilidad de quienes asumieron la dirección del PS en el último Congreso luego del derrocamiento de Gonzalo Martner. Es muy difícil sustituir las normas por acuerdos, ya que cuando hay reglamentos los procedimientos son mucho más nítidos y eso se lo manifesté a los dirigentes Ricardo Núñez y a Camilo Escalona, a través de una carta, hace un par de meses. Y el segundo problema de la colectividad es que tiene muchos buenos candidatos, y eso es paradojal, ya que si fuera por aspirantes que tienen capacidad de doblar, la lista sería bien fácil: Isabel Allende, Juan Pablo Letelier, Alejandro Navarro, Camilo Escalona y Pedro Muñoz. Pero los acuerdos requieren equilibrios políticos, entonces el PS está sobredotado de buenos postulantes en estos momentos y eso hace que la dirección tenga que hacer un ejercicio muy complicado. Y en este caso en particular, el ejercicio se resolvió mediante un acuerdo en un procedimiento y eso fue la votación del Comité Central, la que fue aceptada tanto por Navarro como por Viera-Gallo. -¿Pero hubo un alineamiento natural de tendencias-Yo no lo sé, porque no soy miembro del Comité Central. He leído en la prensa que se realizó una suerte de agrupamiento de corrientes, pero si es que se produjo, se hizo por un caso específico. En todo caso, yo entiendo que la votación fue secreta y transversal. Por ejemplo, gente de la Octava Región, que se identifica con la línea de Escalona, votó por Viera Gallo, y, a la vez, hubo militantes de la llamada megatendencia como el senador, Carlos Ominami, que apoyaron al diputado Navarro. No creo que esto haya marcado un corte de larga proyección en el partido.
-Según Martner el apoyo de Escalona a Navarro fue una operación para quedarse con la presidencia del partido. ¿Cuál es su opinión?
-No he hablado con Camilo y no conozco ese análisis, de modo que no puedo afirmar una cosa o la otra. Pero, de todas maneras, es apresurado en este momento poner por delante las elecciones internas, porque lo que importa ahora es fortalecer el gran liderazgo de Michelle Bachelet para ganar las elecciones presidenciales y parlamentarias. Luego es indispensable poner a disposición de la Presidenta a la gente del PS para el nuevo gobierno y después la colectividad debe promover un gran debate y diálogo para ver cómo inicia un proceso de reforma. Yo creo que el PS tiene la potencialidad y la voluntad de reformarse y eso significa pensarse de otra manera para un esfuerzo político distinto, reafirmando la definición de izquierda del PS para que realmente establezca una forma diferente de relacionarse con la ciudadanía.
"Autocrítica muy profunda"
-¿Usted cree que el PS necesita una autocrítica?
-Yo creo que necesita una autocrítica muy profunda. Yo soy muy crítico sobre el funcionamiento del partido a través de corrientes que son verdaderos destacamentos cerrados. En todos los partidos hay corrientes, y me parece bien, pero cuando éstas se transforman en cristalizaciones que se cierran y que crean sus propias lógicas, que no necesariamente son coincidentes con las de la colectividad, hay un problema. Además pienso que el partido, más allá de valiosos esfuerzos individuales o en determinados sectores, le falta una sólida política de inserción ciudadana. En la actualidad, los socialistas vivimos una paradoja: tenemos el tercer liderazgo histórico de Bachelet, después de Marmaduque Grove y Salvador Allende, el que está basado en una relación especial con la ciudadanía y en ese sentido el partido no es capaz de reproducir ese efecto. Entonces, es una contradicción que el PS debe superar.
-Gonzalo Martner incluso llegó a afirmar que la colectividad está en crisis
-Una de las características históricas del PS es su vitalidad interna, y quizás no hay período de la historia en que el partido no esté movido por grandes debates y tensiones. Yo no diría que el PS está en crisis cuando tiene una candidata presidencial que será Presidenta de Chile, cuando ha logrado sortear con dignidad muchas dificultades, como 15 años de una transición que ha sido muy complicada para los socialistas... Quizás hay una crisis coyuntural de entendimiento interno.
-Se lo pregunto porque en la última encuesta del CEP, partidos como el PPD, crecieron en su apoyo popular, sin embargo el PS se mantiene...
-Eso es por la falta de una política socialista que se oriente a establecer una relación distinta, muy fluida y muy estrecha con aquella ciudadanía, que no quiere ser miembro de un partido pero que posee ideas políticas. Yo creo que es eso lo que falta en la colectividad. Es cierto que no hemos tenido un crecimiento fuerte, pero tenemos una base muy sólido y si mañana, espero que nunca vuelva a ocurrir, se instalara una dictadura de 17 años con represión y violaciones a los derechos humanos, seguirá existiendo el PS. Yo no sé si otros partidos podrían decir lo mismo.
Próximo Comité Central: “No creo que se anule lo hecho por el anterior”
-El presidente del PS, Ricardo Núñez, dijo que quizás este nuevo Comité Central, del 19 de agosto, puede borrar todo lo realizado en el anterior. ¿Cuál es su percepción?
-Núñez es un hombre de mucha experiencia y tiene una ventaja muy importante en este proceso, que es que no tiene intereses personales en juego. Yo creo que eso es bueno porque puede articular acuerdos que sustituyan normas. No entiendo que él haya querido decir que lo que se acordó un día se pueda borrar al siguiente...En el caso de la elección del candidato a senador por la Octava Región, mi criterio, más allá de si el resultado es bueno o es malo, es que el mecanismo (votación secreta) se apoyó y ahora el resultado debe ser respetado.
-Todo esto pasa por el tema de la negociación parlamentaria, que para Núñez ha sido una de las más difíciles, según manifestó hace un par de meses. ¿Usted considera que es tan complicado al punto que puedan competir el PS y el PPD?
-A mí me tocó la negociación de 1989. Yo era jefe del partido y después estuve en el gobierno, por lo que me aparté de ese proceso. Tengo la impresión que ésta es la negociación más difícil de los últimos tiempos porque antes siempre existían ciertos criterios y normas establecidas; sin embargo, aquí no hay normas...En todo caso, estoy convencido que se llegará a un acuerdo bueno para toda la Concertación. -El presidente del PPD, Víctor Barrueto, señaló que si hay competencia entre Letelier y el diputado Aníbal Pérez, por el cupo senatorial de la Sexta Región, quizás ello puede traer consecuencias incalculables para el subpacto electoral. ¿Puede quebrase el eje progresista?-Las relaciones entre el PS y el PPD son para escribir un tratado. Yo creo que lo que ha dicho Barrueto es parte de la negociación, pero no creo que vaya a afectar al subpacto.
-Pero el PPD no quiere competir con el PS en la Sexta Región.
-Aquí estamos todos metidos en el cinturón del sistema binominal, porque éste obliga a los partidos a mantener ciertos equilibrios y evitar las competencias. El binominalismo obliga a negociar y eso desprestigia a la política, al Congreso y a la democracia. Desde ya excluye a un 9 ó 10 por ciento, según la última votación municipal, de la ciudadanía que apoya a una línea política que nunca ha tenido representación en el Parlamento y eso es escandaloso. Cuando el PPD dice que nunca ha competido con el PS es cierto, pues ello puede significar algo mayor en el funcionamiento de la propia Concertación y del pacto progresista. Yo apuntaría, en los años que vienen, a una Concertación incluso más amplia de la que tenemos hoy en día, que permita, en distintos niveles, la participación de sectores que están por la democracia y por una línea progresista.
-¿Como el Partido Comunista?
-Yo me refiero a partidos de izquierda, a liberales democráticos. Hay que buscar fórmulas de articulación más allá de la Concertación porque la derecha en Chile es muy poderosa y para derrotarla hay que buscar reunir toda la fuerza posible.
-¿Cuándo usted habla de la derecha liberal se refiere a una parte de Renovación Nacional?
-Por ahora, le diría que me refiero a personas. Conocí en el PPD a personas de derecha liberales y auténticos demócratas.
-¿Pero hay un sector liberal de RN que dice tener esa posición?
-Conozco poco a la gente de RN y como hay una revoltura entre viejos pinochetistas y liberales con espíritu democrático, tendría que hacer una mirada con microscopio.

Sobre Suecia, por Vicenc Navarro

Vicenç Navarro, (Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra)
El País, 10 de agosto de 2005
Como persona que durante mi exilio he vivido en Suecia por muchos años, que tiene familiares suecos y que asesora al Gobierno socialdemócrata sueco en temas de política social, tengo que corregir varias aseveraciones que se presentan en el artículo de Mario Vargas Llosa Hacerse el sueco del 7-8-05, que contiene, además de una visión estereotipada de lo que es la socialdemocracia, afirmaciones que requieren una respuesta. En primer lugar, no es cierto que fuera el Gobierno conservador-liberal de Carl Bild el que introdujera las reformas que permitieron a los ciudadanos suecos la capacidad de elección en los servicios públicos (tales como la educación y la sanidad). Esta capacidad antecede por muchos años al Gobierno de Bild y fue introducido por los gobiernos socialdemócratas. Tampoco es cierta la afirmación que hace Vargas de que la socialdemocracia en general dificulta la elección de tales servicios. En la mayoría de países que han tenido una larga tradición socialdemócrata existe tal capacidad de elección. Incluso en España fue durante el Gobierno del PSOE cuando se introdujo tal capacidad de elección en los servicios sanitarios públicos. Y hoy el Gobierno catalán, de claro ideario socialista, está introduciendo la capacidad de elección, también en el sistema educativo. Es un error asumir, como Vargas hace, que el sistema voucher es el único sistema que garantiza tal elección. El sistema voucher no está generalizado en Suecia, como Vargas erróneamente afirma. En algunos municipios (el Estado de bienestar sueco está altamente municipalizado) tal sistema se ha introducido en las escuelas con resultados mixtos, pues puede, en realidad, disminuir la capacidad de elección para las clases populares.
Tampoco es cierto que las pensiones en Suecia se hayan privatizado (como Vargas escribe y Bush desea). El sistema sueco complementa, en lugar de sustituye, a las pensiones públicas. Por último, Vargas asume que la ausencia del Estado de bienestar en América Latina se basa en que no se ha creado suficiente riqueza como consecuencia de la descohesión social y desconfianza de la población hacia las instituciones gubernamentales en aquel continente. La evidencia científica apunta precisamente a que es la ausencia de un Estado de bienestar, con las políticas redistributivas que conlleva, la causa de la descohesión social, acentuada por las políticas liberales que Vargas promulga. El Estado de bienestar es una inversión y su escaso desarrollo conlleva el retraso económico.

jueves, agosto 4

Declaraciones Martner, El Mercurio

"Conducta de Escalona fue irresponsable"

Gonzalo Martner llama a apoyar la gestión de Ricardo Núñez.

Un llamado a cerrar filas detrás del presidente del PS, Ricardo Núñez, para que pueda seguir conduciendo esa colectividad tras el remezón que provocó el sacar de la plantilla parlamentaria al mejor senador evaluado por la Cámara Alta, hizo el ex presidente Gonzalo Martner.

Él, en enero pasado, fue sacado abruptamente del cargo por la alianza que encabezaron el diputado Camilo Escalona y el senador Ricardo Núñez. No obstante, la corriente que preside, el Nuevo Socialismo, apoyó a Núñez en la batalla del sábado en el comité central para evitar que los sectores más duros de su partido -que fueron los triunfadores- negaran la posibilidad de repostular al senador José Antonio Viera-Gallo.

Dijo Martner, con preocupación, que Escalona "abrió una crisis política en el PS a menos de cinco meses de la elección presidencial, lo que no tiene parangón en la historia política de Chile. ¡Una conducta completamente irresponsable! Y hoy día tiene también la conducta irresponsable de romper la alianza que llevó a la actual mesa al poder interno. De manera que en espacio de pocos meses abrir dos crisis internas en el PS, me parece francamente irresponsable".

El quiebre de la alianza Núñez-Escalona, para él es otro hecho desafortunado de Escalona, secretario general. Ello genera un cuadro nuevo al interior del PS. Pero él y los integrantes del Nuevo Socialismo no están por crear bloques o algo similar en estos momentos.

Reitera que se deben cerrar filas en torno a Núñez para sacar las tareas pendientes como la plantilla parlamentaria y la campaña presidencial de Michelle Bachelet."Y los que estén -advierte- en la lógica divisoria, de confrontación, primero desbancando a un presidente (él) y ahora desbancando a senadores en ejercicio, en la lógica depredadora, tienen que ser dejados de lado. Y los que queremos que el PS se mantenga como partido creativo, serio, que lleva adelante un proyecto de transformación social, debemos juntarnos y asegurarle a Núñez estabilidad en su gestión". Dijo que el remezón pudo evitarse si la dirección hubiera actuado con celeridad y anticipación para que Alejandro Navarro no disputara el cupo al senador. Se debió buscar otras circunscripciones o mantenerlo en su distrito para duplicar nuevamente.

Entrevista Martner, La Tercera


Gonzalo Martner: "La directiva del PS hoy está en crisis"
Fecha edición: 04-08-2005

Seis meses después de haber sido abruptamente desbancado de la presidencia del PS, Gonzalo Martner vuelve al ruedo socialista decidido a ajustar cuentas pendientes. La primera es con su ex socio, el actual secretario general del partido, Camilo Escalona, quien tuvo una participación relevante en el último comité central.

¿Qué opina del rol que jugó Escalona en el triunfo de Alejandro Navarro en el comité central del fin de semana?
En enero pasado, Escalona, incumpliendo un compromiso formal que había adquirido conmigo, quiso convertirse en el presidente del partido. Como no logró los votos, esa noche apoyó a Ricardo Núñez. Yo ya di vuelta esa página. Pero si ellos constituyeron una dirección, lo mínimo es que mantengan hoy un acuerdo de trabajo. No puede ser que esa dirección se quiebre a cinco meses de las elecciones presidenciales.

¿Escalona cuenta hoy con más poder que Núñez en el PS?
En el PS existe una disputa entre el presidente y el secretario general y eso no es serio. Por un sentido elemental de responsabilidad, tengo la impresión de que el partido apoyará a Núñez para no seguir en la senda de Escalona de poner al PS en crisis tras crisis.

¿Por qué usted respaldó la candidatura de Viera-Gallo al Senado?
Porque cada vez que Viera-Gallo se ha presentado a una elección ha doblado. En dos ocasiones como diputado y luego como senador, y eso no es porque él tenga sangre azul, como alguien dijo por ahí. Además, no comparto el estilo político de Alejandro Navarro.

¿Qué le molesta de él ?
Que tiende a subirse a todas las micros. Y en el último tiempo esto es literal, porque junto al diputado de la UDI Iván Moreira planteó un recurso de protección ante los tribunales para paralizar el Plan Transantiago. Entonces, cómo un diputado por Coronel se permite impugnar un progreso de nuestras condiciones de transporte colectivo por defender los intereses de unos cuantos empresarios.
¿El consejo general que se realizará el sábado 20 puede revisar el acuerdo del comité central y decidir que Viera-Gallo vuelva a ser candidato?
Nuestros estatutos señalan que los candidatos deben ser elegidos por las bases y la actual directiva no está cumpliendo eso. Además, la Ley de Partidos establece que es el consejo general la instancia encargada de nominar a los candidatos. De manera que manifiestamente el consejo general tiene más potestades que el comité central.

¿Entonces usted apoyaría una "bajada" de Navarro en el próximo consejo?
Creo que el PS debe salir de estos debates internos y volcarse a apoyar institucionalmente a Michelle Bachelet. Ya fue una tremenda irresponsabilidad de Núñez y Escalona el haber generado una crisis interna severa en enero. El fin de semana pasado, a seis meses de las elecciones, se vuelve a generar otra crisis, donde el secretario general le quita el apoyo al presidente, y hoy tenemos una directiva en crisis.

¿Qué le parece que Solari no haya intervenido en favor de Viera-Gallo?
El no está cumpliendo tareas en el partido, sino que en la campaña de Bachelet.

¿Las alianzas que Escalona construyó -Nueva Izquierda, Tercerismo, Colectivo de Identidad Socialista e Izquierda Socialista de Carlos Moya- le aseguran la presidencia de su partido en marzo?
Tengo la convicción de que el PS optará por quienes no tienen ambiciones personales, sino que por el deseo de quienes buscan proyectar institucionalmente al socialismo y proveer a Bachelet de un soporte político.

¿A quién va a apoyar usted?
El partido tiene que generar un amplio acuerdo y apoyaré a quien esté en un compromiso claro de prestar apoyo pleno a Bachelet, mantener el carácter de izquierda del PS y generar un cuadro de colaboración. Esas figuras son varias, pero una posible es la de Jaime Gazmuri.

¿Qué pasa con su candidatura al Senado?
Busco representar nuestras ideas acompañando a Soledad Alvear. Eso lo ha entendido perfectamente Ricardo Núñez.

¿Por qué entonces no fue proclamado el sábado pasado?
Eso tiene que preguntárselo a la directiva.

martes, agosto 2

Declaraciones


En declaraciones a "El Mostrador", y a propósito del apoyo que dio Escalona al diputado Alejandro Navarro en su disputa con José Antonio Viera-Gallo por la senaturía en la VIII Costa, Martner señaló que "no es ninguna novedad que Escalona quiera encabezar el PS. En su momento apoyó mi presidencia, después quiso ser el timonel y al final apoyó a Núñez. Creo que ésta es una conducta constante en él, que puede ser legítima, pero el punto es si siempre se debe poner ante todo el interés personal por sobre el de una institución. A mi parecer no, porque eso hace daño".