miércoles, agosto 10

El PS necesita reformarse, entrevista a Jorge Arrate


El Mostrador, 10 de Agosto del 2005
Jorge Arrate hace feroz autocrítica: 'El PS necesita reformarse porque carece de política de inserción ciudadana', por Susana Jaramillo
Un descarnado análisis de la situación interna de la colectividad hizo el ex ministro y embajador. Básicamente, debido a lo que pasó en el último Comité Central, en que por votación secreta, la dirigencia socialista apoyó al diputado tercerista Alejandro Navarro para que postule como candidato a senador por la Octava Región Costa en diciembre próximo. Dedicado a escribir columnas políticas en dos medios de comunicación -Rocinante y El Mostrador.cl- y a sus labores en el directorio de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (Arcis) se encuentra por estos días Jorge Arrate. Este militante socialista, quien desde 1990 a 1992 fue presidente del PS y luego se encargó de los ministerios de Educación y del Trabajo durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, respectivamente, hace un análisis crítico de lo que está pasando en su colectividad, a partir de lo que ocurrió fundamentalmente en el último Comité Central con la bullada votación entre el diputado Alejandro Navarro y el senador José Antonio Viera-Gallo. Además, Arrate, quien pertenece a una nueva tendencia en el conglomerado, denominada Nuevo Socialismo, que encabeza el ex presidente, Gonzalo Martner, resalta el liderazgo de la candidata Michelle Bachelet y la necesidad de que el PS se ponga en “sintonía” con ello para lograr un crecimiento sustentable en el tiempo. -A raíz del último Comité Central se inició un fuerte debate respecto al reagrupamiento de tendencias.
-¿Hubo un hecho natural o programado para generar este realineamiento de corrientes durante esa jornada?
-Yo creo que los problemas en el Partido Socialista tienen dos orígenes: El primero guarda relación con la falta de normas claras sobre cómo se designan a los candidatos, y eso es responsabilidad de quienes asumieron la dirección del PS en el último Congreso luego del derrocamiento de Gonzalo Martner. Es muy difícil sustituir las normas por acuerdos, ya que cuando hay reglamentos los procedimientos son mucho más nítidos y eso se lo manifesté a los dirigentes Ricardo Núñez y a Camilo Escalona, a través de una carta, hace un par de meses. Y el segundo problema de la colectividad es que tiene muchos buenos candidatos, y eso es paradojal, ya que si fuera por aspirantes que tienen capacidad de doblar, la lista sería bien fácil: Isabel Allende, Juan Pablo Letelier, Alejandro Navarro, Camilo Escalona y Pedro Muñoz. Pero los acuerdos requieren equilibrios políticos, entonces el PS está sobredotado de buenos postulantes en estos momentos y eso hace que la dirección tenga que hacer un ejercicio muy complicado. Y en este caso en particular, el ejercicio se resolvió mediante un acuerdo en un procedimiento y eso fue la votación del Comité Central, la que fue aceptada tanto por Navarro como por Viera-Gallo. -¿Pero hubo un alineamiento natural de tendencias-Yo no lo sé, porque no soy miembro del Comité Central. He leído en la prensa que se realizó una suerte de agrupamiento de corrientes, pero si es que se produjo, se hizo por un caso específico. En todo caso, yo entiendo que la votación fue secreta y transversal. Por ejemplo, gente de la Octava Región, que se identifica con la línea de Escalona, votó por Viera Gallo, y, a la vez, hubo militantes de la llamada megatendencia como el senador, Carlos Ominami, que apoyaron al diputado Navarro. No creo que esto haya marcado un corte de larga proyección en el partido.
-Según Martner el apoyo de Escalona a Navarro fue una operación para quedarse con la presidencia del partido. ¿Cuál es su opinión?
-No he hablado con Camilo y no conozco ese análisis, de modo que no puedo afirmar una cosa o la otra. Pero, de todas maneras, es apresurado en este momento poner por delante las elecciones internas, porque lo que importa ahora es fortalecer el gran liderazgo de Michelle Bachelet para ganar las elecciones presidenciales y parlamentarias. Luego es indispensable poner a disposición de la Presidenta a la gente del PS para el nuevo gobierno y después la colectividad debe promover un gran debate y diálogo para ver cómo inicia un proceso de reforma. Yo creo que el PS tiene la potencialidad y la voluntad de reformarse y eso significa pensarse de otra manera para un esfuerzo político distinto, reafirmando la definición de izquierda del PS para que realmente establezca una forma diferente de relacionarse con la ciudadanía.
"Autocrítica muy profunda"
-¿Usted cree que el PS necesita una autocrítica?
-Yo creo que necesita una autocrítica muy profunda. Yo soy muy crítico sobre el funcionamiento del partido a través de corrientes que son verdaderos destacamentos cerrados. En todos los partidos hay corrientes, y me parece bien, pero cuando éstas se transforman en cristalizaciones que se cierran y que crean sus propias lógicas, que no necesariamente son coincidentes con las de la colectividad, hay un problema. Además pienso que el partido, más allá de valiosos esfuerzos individuales o en determinados sectores, le falta una sólida política de inserción ciudadana. En la actualidad, los socialistas vivimos una paradoja: tenemos el tercer liderazgo histórico de Bachelet, después de Marmaduque Grove y Salvador Allende, el que está basado en una relación especial con la ciudadanía y en ese sentido el partido no es capaz de reproducir ese efecto. Entonces, es una contradicción que el PS debe superar.
-Gonzalo Martner incluso llegó a afirmar que la colectividad está en crisis
-Una de las características históricas del PS es su vitalidad interna, y quizás no hay período de la historia en que el partido no esté movido por grandes debates y tensiones. Yo no diría que el PS está en crisis cuando tiene una candidata presidencial que será Presidenta de Chile, cuando ha logrado sortear con dignidad muchas dificultades, como 15 años de una transición que ha sido muy complicada para los socialistas... Quizás hay una crisis coyuntural de entendimiento interno.
-Se lo pregunto porque en la última encuesta del CEP, partidos como el PPD, crecieron en su apoyo popular, sin embargo el PS se mantiene...
-Eso es por la falta de una política socialista que se oriente a establecer una relación distinta, muy fluida y muy estrecha con aquella ciudadanía, que no quiere ser miembro de un partido pero que posee ideas políticas. Yo creo que es eso lo que falta en la colectividad. Es cierto que no hemos tenido un crecimiento fuerte, pero tenemos una base muy sólido y si mañana, espero que nunca vuelva a ocurrir, se instalara una dictadura de 17 años con represión y violaciones a los derechos humanos, seguirá existiendo el PS. Yo no sé si otros partidos podrían decir lo mismo.
Próximo Comité Central: “No creo que se anule lo hecho por el anterior”
-El presidente del PS, Ricardo Núñez, dijo que quizás este nuevo Comité Central, del 19 de agosto, puede borrar todo lo realizado en el anterior. ¿Cuál es su percepción?
-Núñez es un hombre de mucha experiencia y tiene una ventaja muy importante en este proceso, que es que no tiene intereses personales en juego. Yo creo que eso es bueno porque puede articular acuerdos que sustituyan normas. No entiendo que él haya querido decir que lo que se acordó un día se pueda borrar al siguiente...En el caso de la elección del candidato a senador por la Octava Región, mi criterio, más allá de si el resultado es bueno o es malo, es que el mecanismo (votación secreta) se apoyó y ahora el resultado debe ser respetado.
-Todo esto pasa por el tema de la negociación parlamentaria, que para Núñez ha sido una de las más difíciles, según manifestó hace un par de meses. ¿Usted considera que es tan complicado al punto que puedan competir el PS y el PPD?
-A mí me tocó la negociación de 1989. Yo era jefe del partido y después estuve en el gobierno, por lo que me aparté de ese proceso. Tengo la impresión que ésta es la negociación más difícil de los últimos tiempos porque antes siempre existían ciertos criterios y normas establecidas; sin embargo, aquí no hay normas...En todo caso, estoy convencido que se llegará a un acuerdo bueno para toda la Concertación. -El presidente del PPD, Víctor Barrueto, señaló que si hay competencia entre Letelier y el diputado Aníbal Pérez, por el cupo senatorial de la Sexta Región, quizás ello puede traer consecuencias incalculables para el subpacto electoral. ¿Puede quebrase el eje progresista?-Las relaciones entre el PS y el PPD son para escribir un tratado. Yo creo que lo que ha dicho Barrueto es parte de la negociación, pero no creo que vaya a afectar al subpacto.
-Pero el PPD no quiere competir con el PS en la Sexta Región.
-Aquí estamos todos metidos en el cinturón del sistema binominal, porque éste obliga a los partidos a mantener ciertos equilibrios y evitar las competencias. El binominalismo obliga a negociar y eso desprestigia a la política, al Congreso y a la democracia. Desde ya excluye a un 9 ó 10 por ciento, según la última votación municipal, de la ciudadanía que apoya a una línea política que nunca ha tenido representación en el Parlamento y eso es escandaloso. Cuando el PPD dice que nunca ha competido con el PS es cierto, pues ello puede significar algo mayor en el funcionamiento de la propia Concertación y del pacto progresista. Yo apuntaría, en los años que vienen, a una Concertación incluso más amplia de la que tenemos hoy en día, que permita, en distintos niveles, la participación de sectores que están por la democracia y por una línea progresista.
-¿Como el Partido Comunista?
-Yo me refiero a partidos de izquierda, a liberales democráticos. Hay que buscar fórmulas de articulación más allá de la Concertación porque la derecha en Chile es muy poderosa y para derrotarla hay que buscar reunir toda la fuerza posible.
-¿Cuándo usted habla de la derecha liberal se refiere a una parte de Renovación Nacional?
-Por ahora, le diría que me refiero a personas. Conocí en el PPD a personas de derecha liberales y auténticos demócratas.
-¿Pero hay un sector liberal de RN que dice tener esa posición?
-Conozco poco a la gente de RN y como hay una revoltura entre viejos pinochetistas y liberales con espíritu democrático, tendría que hacer una mirada con microscopio.